CONVENTO DE SAN ANTONIO DE MURCIA

La comunidad autónoma de la Región de Murcia está situada en el sureste de la Península Ibérica. Ocupa una superficie total de 11.314 km2, lo que representa el 2,2% del territorio nacional. Limita al este con la provincia de Alicante; al oeste con Granada y Almería; al norte con Albacete y al sur con el mar Mediterráneo.
más informaciónContactar

convento de religiosas

Nuestra visión y misión es ayudar a conectar a las personas con la fe.

El convento de religiosas de San Antonio de Padua, estaba situado a intramuros de la ciudad, en una zona privilegiada al final de la calle de San Antonio, que venía a desembocar en la Plaza de los Apóstoles, a la vera de la Iglesia Catedral de Santa María la Mayor, y que en aquel tiempo era la arteria principal de la cuidad.

Tercera Orden Franciscana

Su fundación como convento data de 1435, si bien sus inicios como beaterio es un poco anterior, año 1428 y se debió a la decisión de dos mujeres de extraordinaria perseverancia y convicción religiosa; las Venerables Madres Antonia Mercader y Usenda Rodríguez Mercader, madre e hija respectivamente.

Tras enviudar de Francisco Rodríguez Pagán, Antonia Mercader y su hija Usenda, decidieron consagrar sus vidas al retiro y la oración, vistiendo el hábito de la Tercera Orden Franciscana, y llevar una vida de piedad. A este fin se dispusieron a organizar lo que había sido el propio hogar familiar en un beaterio, que posteriormente será el convento de San Antonio. Las Madres Fundadoras, pertenecían a nobles familias murcianas.

Fundación del Convento de San Antonio de Padua.

El milagro de San Antonio en la peste de 1648

 

La incorporación a la Orden Concepcionista Franciscana

Nuestro equipo y liderazgo

Somos conscientes que, en un mundo que a veces se muestra dividido o fragmentado, con cambios tecnológicos, nuestra comunidad de hermanas, que vivimos unidas por la vocación a la que hemos sido llamadas, presenta una alternativa de unidad en el ser y quehacer.

Un equipo de trabajo que interactuamos recíprocamente a fin de desarrollar los objetivos planteados en el ámbito de la oración, el trabajo y fraternidad. Creando una cultura y un clima que facilita la creatividad y el desarrollo humano y espiritual.

Sor Eva de Jesús Magaña

Sor Eva de Jesús Magaña

Hermana Franciscana

Como Abadesa y responsable de la comunidad, motiva a las hermanas, para que consideren sus trabajos como un don vivido como gracia, mediante el cual ganan su vida y la de sus hermanas y ayudan a los pobres.(cc.gg.177)

Facilitándoles el desarrollo máximo de todo su ser, y motivándolas en sus iniciativas para beneficio del grupo. En sus trabajos, las orienta hacia valores que motivan la comunidad, propiciando un equipo de trabajo dinámico y organizado, en una estructura flexible y dinámica.

Compartiendo significados y metas comunes, donde el sentido de pertenencia viene dado por la responsabilidad, el compromiso y la confianza que las hermanas sienten de forma recíproca.  La amistad, la lealtad, el amor fraterno y la confianza entre otros valores evangélicos.

Existe una claridad transparencia y consenso en la distribución de roles y funciones que las hermanas tienen para el buen desarrollo del funcionamiento de toda la fraternidad.

Nuestra comunidad

Somos conscientes que, en un mundo que a veces se muestra dividido o fragmentado, con cambios tecnológicos, nuestra comunidad de hermanas, que vivimos unidas por la vocación a la que hemos sido llamadas, presenta una alternativa de unidad en el ser y quehacer.

Un equipo de trabajo que interactuamos recíprocamente a fin de desarrollar los objetivos planteados en el ámbito de la oración, el trabajo y fraternidad. Creando una cultura y un clima que facilita la creatividad y el desarrollo humano y espiritual.

error: Content is protected !!